1912 
Debido a la demanda de relojes por todo Estados Unidos, Joseph Bulova estableció su primera planta dedicada a la producción total de componentes para relojes de pulsera. 
Manufacturados en el edificio central de la planta en Bienne, Suiza, los movimientos con rubíes fueron fabricados mediante línea de ensamblaje, lo cual permitió una producción en masa y el avance hacia a una estandarización nunca antes vista en el mundo de la relojería.
1919 
Bulova debutó la primera línea completa de relojes de pulsera enjoyados para hombres de la historia, promocionándose a las masas por todo Estados Unidos con un estilo visual icónico acorde con su producto
1920 
Para secundar la medición precisa del tiempo astral, el Bulova Observatory (Observatorio Bulova) fue construido en 1920 en el centro de Manhattan, la primera instalación de este tipo sobre un rascacielos. 
En el último piso del Observatorio, un experto matemático hizo lecturas que fueron registradas simultánea y eléctricamente en un cronógrafo ubicado en los pisos más bajos del edificio. 
Allí, las unidades de Ajuste y Sincronización utilizaron los datos para ajustar la hora en todos los relojes de la compañía del modo más preciso posible.
1926 
Centrando su energía en ventas futuras, Bulova también dedicó creatividad sustancial a la expansión del marketing y esfuerzos publicitarios. 
En otro momento innovador para la compañía, Bulova transmitió el primer anuncio de radio nacional de los Estados Unidos en 1926, indicando la hora con: “At the tone, it’s eight o’clock, BULOVA Watch Time” (Al tono son las ocho en punto, BULOVA Watch Time), un anuncio escuchado por millones.
1927 
Uno de los primeros partidarios de los relojes Bulova fue en sí mismo un estadounidense sin precedentes, el coronel Charles A. Lindbergh, el primer hombre en atravesar el Océano Atlántico en un vuelo sin escala. 
Al hacer esto, Lindbergh se ganó el Premio Bulova Watch y un cheque de $1,000. 
Más adelante, se convirtió en el rostro del reloj “Lone Eagle” de la compañía, un reloj conmemorativo que celebraba el logro de Lindbergh, a la vez que vinculaba a Bulova con el mundo de la aviación y la exploración.
1931 
Bulova manufacturó los primeros relojes eléctricos del mundo, muchos de los cuales todavía aparecen en terminales de trenes a través del país.